Durante milenios fui un extraño ser de ojos plateados
ojos de sílice arenoso que no sabía mirar sino
habitar las cosas desde adentro de ellas mismas
luego nací
que es como decir
caí de la luna al hondo agujero que es la piel humana
cuya virtud primera es enseñarnos la soledad y el frío
para volvernos luego
los seres anhelantes del abrazo
que es en lo que ando ahora
por supuesto.
Por eso el canto o poesía por eso la palabra por eso la
manida costumbre
de fabricar nostalgias futuras para ocupar la mente.
Ahora, justo ahora
en este nítido instante que avanza arañando el tiempo
dejándole los surcos por donde Dios se asoma a espiarnos
bebo el agua del vaso y su frío me adhiere a su estremecimiento
que siento y ahora es mío y soy yo mismo.
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