Construyo
un cuerpo para habitar el amor
voy de
la piel al hambre
que es
como decir
de la
caricia al deseo
otra
forma de llamar
al
precipicio que nos surge
bien
adentro del sueño.
Invento
una forma para que mi cuerpo
coincida
con la sombra de los abedules
una
extraña mano diseñada
para agarrar,
a veces
la
ceniza que flota del volcán
hasta tu
cama
y que
es como una corta palabra
de la
tierra
un
verso, quizás, de la tierra
para
que nuestros cuerpos choquen
y
emulen los suaves tremores.
De la
lengua a los talones
una arteria
que mantenga juntos
tus
besos y mis pasos.
Yo te
convoco, mujer de los dedos plásticos
mujer
de ganzúas afelpadas
en
lugar de ojos
mujer
de pelo que arde siempre
a las
tres de la tarde
para
que avientes al aire
esta
bolsa de ausencias
y postules
a la verdad del asfalto
lo que
mis ojos callan.
Construyo
un cuerpo para habitar el amor
mientras
te miro
y
antes que el cuerpo surja
mi voz
ya te nombra
mi
augurio ya te llama
para
que seas tú quien le dé a este extraño ser
el soplo
de la vida.