sábado, 12 de septiembre de 2020

Allá van los veloces autos


Allá van los veloces autos
repisando las curvas de la avenida.
Pero a ellos poco les importa.
Ella ensaya un nuevo arco de las cejas
por el que se presiente el arcoíris.
Él planea un atildado amasijo de la frente
imitando tal vez al gato tímido.
Así, van inventando el lenguaje nuevo del hablar bajo la tela
que es tan semejante
al hablar bajo el agua
solo que ahora no se pueden leer los labios
sino solo el énfasis de los ojos.
Van tejiendo en cada gesto esta nueva cadencia
en la que el aire ha recuperado su importancia
y es peligro y dicha a la vez, como todo lo hermoso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puertas

¿Invento el poema o voy a su encuentro? ¿Y si es el poema el que nos busca?   Tal vez el poema exista desde antes y solo aguarde un ...