I
Te fuiste.
Los días
se suceden
como borbotones
de aire caliente,
vaharadas
que sepultan la nada con la nada.
II
Mano apretada,
mínimo aire, vértigo sereno,
sangre derramada,
abierta herida
-se filtra el dolor
que es un
lenguaje.
III
La casa
vacía recibe la visita del silencio,
allí se instala,
revisa
los rincones,
se queda
mirando
motas de
polvo,
sigue las
gotas
de la
sangre derramada.
El
silencio sabe lo que la noche calla:
toda
huella
es el
destino.
Sube la
escala tras el rastro.
IV
El silencio
abre, impetuoso,
la habitación
desordenada
y observa:
mano apretada
mínimo
aire
vértigo
sereno
ojos que
se encuentran
en la
nada.
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