El anhelo de ti
(o sea, los fantasmas de mi piel hambrienta)
me jala hacia adelante me tira del brazo me constriñe
a la caricia al abrazo al roce casual con añoranza y tristeza
sabor de lo simple que es descubrir al otro en cada cosa:
aquí estoy yo, allá afuera, tú
y el universo que hay dentro de mí
no alcanza para mantenernos separados
ni el universo que te rodea te aleja
ni el universo que eres tú te pierde
pues mi anhelo de ti es la brújula.
Comienza el día y un impulso lleno de luz me levanta y me
guía
voy ciego (mas confiado)
ya presiento la tibieza tuya
al final del camino.
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