domingo, 16 de marzo de 2025

Estatua

Recuerdo tu pelo que bailaba

con el falso viento de la camioneta

las montañas al fondo enormes

misteriosas

prometiendo el alimento

prometiendo también la muerte.

 

Recuerdo el olor de tu pelo confundido

con el de la tierra llovida

recuerdo la melancolía de tu piel perlada

los sonidos del jeep atravesando trochas

donde hombres de antaño no pensaron jamás

que por allí transitarían milagros.

 

Bastaba alargar un brazo

entrar al torrente de tu pelo

suavizarlo con el peine de mi mano abierta

recibirlo como las estatuas reciben los rocíos.

 

Recuerdo la sensación terrible de mi cuerpo

al quedarme quieto

mortalmente quieto

tan prudente

siempre tan prudente.



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