jueves, 11 de mayo de 2023

Bosque oculto

Mandarina oculta entre tus labios secos,

como la sombra del aire

es pleno aroma,

o una oruga que avanza trazando

los secretos de la seda,

anhelando desde ya aquella tarde

del futuro

en que cierto hombre deslice la tela

que el hombro cubre

y lo bese,

pero aún hoy es todavía,

y ese beso se tarda

en la lentitud de la oruga.

 

O es la lluvia que crece

adentro de tu pecho,

donde va a guarecerse

de sí misma.

 

Mandarina prohibida,

fruto del árbol

que aún llevas contigo

como un trofeo un mensaje el código secreto

para los desamparados,

a ti acudimos con el deseo

quemándonos los dedos

tu mirada es muy dura, pero,

presiento el rumor de los guaduales,

a ellos miro mecerse

allende brisas

que tus ojos ocultan.

 

Me dices, alarmada,

acaso ves mi bosque interno.

 

Y mi silencio aterrado me rodea.

 

De repente es la noche en los guaduales,

me siento perdido en este bosque secreto.

 

Un olor lejano a mandarina me guía,

una oruga anhelante se observa en mis ojos

tarde me doy cuenta que soy

solamente

un presentimiento tuyo.

 

Moriré si te despiertas.

 

Y me muero.

 

Olvidarás el sueño que ha sido mi existencia.




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