Las gotículas milagro rebanando el aire
(milimétrico).
Asomarse a la ventana y ver llover
y al fondo un sol ya muerto hace milenios
que sigue regalándonos sus haces de luz
como limosna existencial.
Bajarse con el vaso de agua la pastilla de la calma,
salpicarse el alma de serotonina
y con serotonina enjuagarse lóbulos callados
y embutir serotonina en la aracnoides.
Este paisaje bello del amanecer lloviendo
¿por qué es bello?
¿Será real el suspiro -mecánico- del pecho?
¿Será verdad la parsimonia del rocío?
Para dejar de preguntar
bajarnos la otra dosis.
Silencio. Todo en orden
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