martes, 24 de septiembre de 2024

Mensajes

De la suave piel de la manzana

avanza

gotícula a gotícula

el color rojo y sus mensajes secretos.

Sí, avanza ahora

por el hilillo

       suelto

de tu suéter rojo

al viento

el rojo hilillo parece un relámpago minúsculo

en el cielo parcial de tu antebrazo.

 

Al fondo, la muñeca alcanza a erizarse apenas

con el leve roce eléctrico

del hilo rojo

mensajes cifrados

desde la manzana original

en aquel estante de hace horas

cuando la tomaste en tu mano

tan sutil dentro del supermercado;

de la manzana, digo,

al hilo rojo

y su rizoma al viento

de la tarde, avanzan, lentos pero firmes, los mensajes

para culminar adentro de tu piel

navegando al ritmo de tu sangre.

 

¿Qué mensajes cifrados

de rojo en rojo

han llegado hasta tus labios ahora

que me dices que basta que me marche?





lunes, 16 de septiembre de 2024

Cortas luces

[...] y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, 

que se asentaron sobre cada uno de ellos. Hechos 2: 3.


No poder sacar el fuego interno 

porque tanto afuera como adentro

 

todo arde ya, todo es llama

todo se consume en combustión esencial

 

somos, o la llamarada del estar ahí

donde sea que el espacio

abra campo para nuestra presencia

 

Saludar en los pasillos ardiendo

 

tomar el colectivo en llamas

 

dar la mano y sonreír con dientes flameados

 

besar en alto fuego, ardor de los labios apretados

 

implosión de las manos en las pieles

espesura de ti, de mí, fragor constante

 

y luego el sueño ardiente

las cortinas de la habitación refulgen

salta la llama en el lecho que siempre es mortuorio

que siempre es el hogar para el sacrificio divino

 

Antorchas somos, en zarza ardiente

se nos consume la vida. Toda escritura

es la sombra de la flama

toda palabra es dicha por la lengua de fuego

 

Cortas luces contra la oscuridad total

de la nada.



jueves, 12 de septiembre de 2024

Retorno

Mis manos han sido el santuario

donde tu cuerpo ha hecho sus apariciones

 

ansiedad de árbol cuyas raíces anidan en el aire

vértigo bendito de tu olor

 

quedan rastros de hálitos nocturnos

son mensajes o sendas por donde retornará la locura

 

desde el fondo de mi piel ensortijada

zarpa un pájaro ciego con tus paisajes adentro

 

no se perderá porque ya está perdido y ese es su destino

al fondo de ti que ya se entrelaza al agua mía

 

soy yo en gotas mezclándome con el aguacero de tu pelo

pero mis manos insisten en moldear tus densidades

 

de tu voz mis emisarios retornan a mi oído

tus palabras se conjugan en mi vientre y abren otra senda

 

por donde podrás retornar cuando perezcas

en este abrazo seguiremos siendo juntos

 

mausoleo vivo de la entraña de la nube.

 



miércoles, 11 de septiembre de 2024

Catapulta


 

                                         [...] alumbramos la muerte con cada muerte [...] 

                                                                                                        María Negroni

 

Ya lo tengo

 

He descubierto, por fin, acá sentado

(ventana abierta

suave lejanía en los cristales del aire)

el sentido de la vida

 

Es muy sencillo

la vida existe para prolongar la existencia de la muerte

 

Así es, jóvenes: lo que importa es la muerte

 

Si no existiéramos nosotros

los que habitamos el abismo del ser

los que respiramos y transitamos un larguísimo metabolismo

desde el nacimiento hasta el fin

si no existiéramos, pues

tampoco existiría la muerte

 

Porque la muerte nace con cada muerte

que le damos

 

Como un puente que se desmorona hacia la nada

lo importante es el salto

no el puente

 

El salto es el verdadero punto de partida

como la orilla para el descenso del aire

somos la catapulta de la estrella.






domingo, 1 de septiembre de 2024

Tu hora

Emoción felina que

sin asomo de ternura,

oculta al juego,

asándose

sutil

ante la hoguera

del vientre embarazado

extrae sus garras desde el fondo del abismo

y araña

y araña

araña hasta que una sangre mana

como diciendo

me has convocado

soy la sangre del vientre embarazado

he sido llamada por la garra del infierno,

hambrienta, felina profecía,

sabes que la muerte acecha

reconcíliate y no luches,

augurio de las sombras.

 

Un poco arriba, la madre se desgarra

el bebé nace

y la madre llora atada al dolor,

ya sin pasado

ilusionada por cumplir el rito,

sin saber

que las garras de lo oscuro yacen desde siempre

en todas las sombras

incluso la que a su vientre ha vaciado

en este llanto espectral de ojos vidriosos.

 

 

Pasan las horas.

 

El niño abre los ojos ya en casa.

Un techo sucio arriba de su cabeza

se cruza entre su alma y el abismo del cielo.

 

Sabe, el niño silencioso,

que llegado el momento

la garra será dueña de su cuerpo

y la sangre manando desde todas las gargantas

que se acoplen a su sed

dirá, con gutural susurro evanescente

aquí me tienes

famélico espectro de la sombra

me has convocado

soy la sangre que mana

en mí cargo la vida

y también la muerte:

bebe de mí,

sacia tu sed antigua.

 

Por lo pronto, el niño mira al techo

y espera

la llegada de tu hora.

 


Puertas

¿Invento el poema o voy a su encuentro? ¿Y si es el poema el que nos busca?   Tal vez el poema exista desde antes y solo aguarde un ...