lunes, 18 de noviembre de 2024

El vuelo del ave

Tranquilo.

 

En este suave latir del mundo y del tiempo

nuestra salvación sea la intrascendencia:

pompa de jabón que explota sin sonido.

 

Sea toda preocupación

el aire frío y el sol

distante

y el polvo que se eleva

y el canto ignorado del pájaro.

 

Logremos ver nuestro rostro duplicado

en el ojo del pájaro:

ridículo primate inventando primaveras

y la muerte (o la quimera).

 

No olvidemos que el vuelo del ave

es nuestra música

y que hemos venido al universo

solo a escucharla.



lunes, 11 de noviembre de 2024

Desplazamientos de la memoria

Nos nacen esas imágenes

como rápidas luces del ayer

vienen de pronto e iluminan los rostros

de quienes ya no cruzan 

con nosotros 

la misma melodía del tiempo.

 

¿Es un reproche lo que vemos en sus gestos?

¿O, por el contrario, el aura del descanso?

¿La felicidad de no cargar más

el peso de las horas?

 

Rostros difuminados en la polvareda

de los caminos que ayer

ya eran viejos.

 

¿No nos damos cuenta que hoy

aquí y ahora

nuestros rostros están tiznados ya

por la lejanía del olvido que acecha un poco más adelante

(dos o tres curvas adelante)

en este camino polvoriento?

 

¿No nos damos cuenta que ayer u hoy

ofrecimos nuestro último gesto

a la memoria de quienes habrán de recordarnos

cuando seamos nosotros

los seres sin tiempo?

 

Rostro a rostro

es la misma memoria

la que se desplaza.







martes, 5 de noviembre de 2024

Vencedores o vencidos

Hay en todo hogar una silenciosa guerra en torno a la disposición de los objetos. Quien deja una ventana abierta, al cabo, debe resignarse a ver que otro miembro de la familia decidió cerrarla. Quien quiere utilizar la trapeadora se encuentra con que otro la dejó sucia en el lavadero (para usarla hay que enjabonarla, estregarla y luego mojarla abundantemente, sacarle el jabón y escurrirla. ¿Cómo no perder la paciencia?). Quien entra a la cocina a preparar el almuerzo debe primero cerrar las puertas de las alacenas que otro, apresurado, dejó abiertas peligrosamente al prepararse un rápido bocado. Y peor: lavar los platos sucios que los demás, convenientemente olvidadizos, dejaron para después. La ubicación de la sal, de las tijeras, la forma de presionar la crema dental, el volumen del televisor, el dial de la radio. Formas eternas de lucha que nos hacen enojar e incluso, a veces, explotar de rabia.

Al pasar los años, cuando comienzan las despedidas y la marcha se acelera, queda siempre, al final, un último soldado de esta guerra silenciosa de los objetos. Cuánto daría este vencedor sobreviviente por toparse con las llaves en el cajón equivocado, por tener que cerrar por quinta vez las alacenas, por no encontrar todas las cosas, tristemente, donde las había dejado antes.


 

sábado, 2 de noviembre de 2024

Las voces (brújula II)

Pero la sorpresa me golpea la frente

como el viento súbito de octubre

andaba en tu busca y fui yo el hallado

una mano me roza la espalda

como un ave que aterriza en el árbol

en mi espalda el nido de tu mano

fui yo el hallado

giro, desde luego y te encuentro

y nuestros ojos se dicen sin decirlo

hemos llegado al calor de esta mirada

y nuestras pieles se dicen sin decirlo

hemos llegado al calor de este abrazo

y nuestros labios y nuestros dedos

hasta que todo lo que somos son las voces.


Brújula I

El anhelo de ti

(o sea, los fantasmas de mi piel hambrienta)

me jala hacia adelante me tira del brazo me constriñe

a la caricia al abrazo al roce casual con añoranza y tristeza

sabor de lo simple que es descubrir al otro en cada cosa:

aquí estoy yo, allá afuera, tú

y el universo que hay dentro de mí

no alcanza para mantenernos separados

ni el universo que te rodea te aleja

ni el universo que eres tú te pierde

pues mi anhelo de ti es la brújula.

 

Comienza el día y un impulso lleno de luz me levanta y me guía

voy ciego (mas confiado)

ya presiento la tibieza tuya

al final del camino.

 



Puertas

¿Invento el poema o voy a su encuentro? ¿Y si es el poema el que nos busca?   Tal vez el poema exista desde antes y solo aguarde un ...