Tranquilo.
En este suave latir del mundo y del tiempo
nuestra salvación sea la intrascendencia:
pompa de jabón que explota sin sonido.
Sea toda preocupación
el aire frío y el sol
distante
y el polvo que se eleva
y el canto ignorado del pájaro.
Logremos ver nuestro rostro duplicado
en el ojo del pájaro:
ridículo primate inventando primaveras
y la muerte (o la quimera).
No olvidemos que el vuelo del ave
es nuestra música
y que hemos venido al universo
solo a escucharla.