lunes, 27 de enero de 2025

Dios

La célula ora en la noche microscópica

enciende el fuego del plasma y junta cilios como manos 

una lluvia mínima golpetea sus paredes

y empañadas visiones de otro mundo

se asoman alargadas a lo lejos.

 

A quién reza la célula nerviosa

rodeada a estas horas

de las amenazas del Universo:

desde la hambrienta ameba

y el virus implacable 

hasta la bacteria populosa

incluso hasta la nada que aguarda

hacia adentro de ella misma

y succiona para llevarla al otro lado

del ser.

 

A quién ora la célula ínfima.


Te ora a ti

que eres su Dios.


Date cuenta, mientras juntas tus manos

como cilios.




jueves, 23 de enero de 2025

Cero

Apelmazo la factura de la compra

dientes minúsculos se asoman

a la piel de mis dedos.

 

Una lengua de otro mundo lame

a través del papel.

 

Cosquillea.

 

En lugar de formar una bola

con la factura de la compra

se moldea un mundo convexo

alrededor de mis manos.

 

Mis manos quieren tragarse al mundo que han creado

lo que no saben es que han sido ellas

las que apenas han aparecido en el aire.

 

Cuando quedan quietas

mis manos desaparecen

mi piel desaparece

y yo me desvanezco con ellas.

 

Solo queda la factura sobre la mesa

con sus cifras regresando

veloces

al cero.

 

Allí las espero desde siempre.

 

Allí te espero desde siempre.

 

Es la cifra del reencuentro.




viernes, 17 de enero de 2025

El contratista

Vengo a fiscalizar abriles.

 

Con libreta membretada anoto

los grados centígrados al amanecer

para sofocar la nostalgia 

con la que los insomnes recibieron el día;

calculo los metros cúbicos de la lluvia 

que ocultó el llanto de las viudas

y de los huérfanos;

apunto nombre y cédula del ausente

para memorizar la cifra

del silencio;

hago listas eternas para empapelar 

los Ministerios 

con tus tristezas;

clasifico las tragedias ajenas 

para olvidar las mías.

 

Luego, a la hora en punto 

paso mi tarjeta por el lector

y como buen contratista al final de la jornada

me entrego, pleno

a la melancolía.

 

Mañana será otro día

pienso 

mientras la espuma de la cerveza se desliza por el vaso

que refleja un rostro calvo y atribulado

pero soñador

pero sombrío.

 

Mañana será otro día

para seguir sopesando la arena de tus pasos

que se desliza entre mis dedos. 


Me atrevo a comprender a Dios

el contratista mayor.




 

lunes, 6 de enero de 2025

Ya soy el pasado

Anoche vi tu rostro a través de la memoria

(acaso soñaba)

como un reflejo que vibra en un estanque.

Estabas muerta

(o eras La Muerte).

 

Más tarde, hoy mismo

transitando los recuerdos futuros

atado a tu mano, caminaba

(como quien avanza por un bosque

donde los olmos van soltando sus hojas

que son palabras que caen de la boca)

y tu rostro surgió frente a mis ojos

como una flama de aire:

ya soy el pasado

parecía decirme el agua doble de tu mirada

como un reproche o una súplica.


Mi ansiedad de ti siempre me jala, afanada,

hacia la melancolía.

 

Esta es la casa de piel en la que habito

incendiada tosca hiriente

donde la sangre es una tinta es una tinta es una tinta.



Puertas

¿Invento el poema o voy a su encuentro? ¿Y si es el poema el que nos busca?   Tal vez el poema exista desde antes y solo aguarde un ...